Napaleofú, un siglo de historia
Un camino hacia el pasado, para valorar en el presente y recordar en el futuro

Accesos a Napaleofú

En el Siglo pasado los caminos rurales permitían el acceso a la localidad, conectar con la Ruta N°226 para dirigirse a las ciudades cercanas, hoy, algunos son caminos secundarios, otros intransitables pero que no impiden apreciar la belleza del paisaje y encontrar rastros de un pasado lejano.


La
"Calle Ancha"
 se denomina a la arteria que se extiende desde la Ruta N° 226 hasta la Ruta N° 227. Por este nombre es conocida por los lugareños, antes que se construyera la Ruta N° 227 era una de las primitivas vías de acceso que había desde la Ruta N° 226 a Napaleofú, a ese paraje se le denominaba "Los tranquerones" por ser un puesto de la Estancia "San Simón" de Pereyra Iraola.

Se trazó la "Calle Ancha" (se estima que es en la época de la construcción del ferrocarril, principio del Siglo XX, no hay datos precisos de la fecha) en una extensión de tierra donada por la flía. Cuevas, 100 mts. de ancho por 10.000 mts. (100 hectáreas). 
Esta calle permanece de tierra en condiciones transitables que es utilizada por los vecinos de los campos aledaños.



El hermoso paisaje que se observa en su recorrido invita a ser retratada por una cámara. A lo lejos se divisa la Ruta N° 226.


La cava hoy tratando de ser recuperada.


  El cartel realizado por Mercedes Cuevas. Está deteriorado por ser utilizado para calibrar miras de carabina.

La loma de la cava.






La hermosa vista que ofrece el cerro de la Estancia
"La Favorita".
 


 

La siembra de las banquinas es ya una práctica habitual en las calles y Rutas provinciales, en la "Calle Ancha" no es menos.






Las plantas en el medio de la nada, donde seguramente hubo una casa y décadas atrás fue habitada.




 

 
Se ha poblado de plantas donde vivió Celedonio Rodriguez, su hijo Ernesto tuvo su primera carnicería en este lugar, luego se trasladó a Napaleofú.
Años más tarde fue el principal accionista de la casa cerealera
"Rodriguez, Garcia & Cía.". 

 





 

Campo de los Señores Ferrari, donde hubo uno de los primeros hornos de ladrillos.


"Martincho" Fernández junto a su madre y sus hermanos vivieron en este campo desde el año '51.



"La Juliana", donde vivió Héctor Garcia.




Desde la "Calle Ancha" se divisa Napaleofú.   


Años atrás en la Ruta N° 227 había un desvío, pues no se podía pasar por lo que hoy conocemos como el "arroyito de Varela". Este desvío salía a la "Calle Ancha", hoy está cubierto de paja.





Alguna vez en este lugar estaba el depósito de residuos domiciliarios a cielo abierto.



Toda foto revela un lugar, un paisaje agradable a la vista de quién lo descubre, la frondosa arboleda invita a detenerse.










 



 

 

 
El viejo puente de hierro sobre el arroyito.





La "Calle Ancha" se extiende hasta la Ruta N° 227.

 


En el Siglo pasado la Ruta N°227 era una polvorienta calle de tierra donde por un desvío se ingresaba a la localidad de Napaleofú.





 
Recorriendo ese viejo camino abandonado cubierto de pasto, paja y cardo.



 


 
  Parte de esta calle vecinal es límite de los Distritos de Balcarce-Lobería. 
En 1824 se especificó que se debía utilizar para amojonar a la piedra sillar, pero como ese material era escaso en el país a partir de la segunda mitad del Siglo XIX se adoptó el hierro, indudablemente esto que nos reflejan las fotos tiene muchos años, si bien el partido de Balcarce se fundó en 1865.



 



A lo lejos los bellos paisajes.


Las plantas que sobreviven.


Recuerdos de un alambre que alguna vez separó potreros de la Estancia "La Favorita", aquellos que tenían nombre como "El 19".


Este camino desemboca en la "calle ancha".


 
A unos pasos de la Ruta N°227



 

 


 
A finales de la década del '50 construyó Padilla sobre la Ruta N°227 el puente de chapa lo que permitió ser transitada por la que sería la "futura" ruta.



 
La vieja entrada a Napaleofú desde la "Calle ancha" cruzando la ruta.





La calle paralela a la vía era el acceso más directo para llegar desde el pueblo a la Ruta N°226.

Las "cañas" forman cortina para cortar el viento.
 


 
Las viejas vías abandonadas y cubiertas por el pasto.
Todavía queda intacto, se mantiene de pie.


Durante todo el trayecto diferentes puentes.



 


 


 
Algunos marcan el año de construcción.


 





 


 
Las piedras se asoman a la par del camino.







El paso del tiempo también deja su marca en los alambrados.
Ya se divisan los silos de la Cooperativa sobre la Ruta N°226 y R. N°227.

El último tramo del camino.
El camino llega su fin, Ruta N°226, Km. 121.


 


 


 

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