Napaleofú, un siglo de historia
Un camino hacia el pasado, para valorar en el presente y recordar en el futuro

Los que se fueron del "pago".

     

       Necesito de la impronta de un payador surero, que además me acompañe con su guitarra, que de las cuerdas emane la nostalgia hecha música por los que se fueron del "pago".
         Más de uno, cuando partieron con un vagaje de ilusiones al oscurecer, quizá por ocultar una lágrima, se imaginaron enfilando hacia el naciente en busca de un "puesto" nuevo, montados en el azulejo de la noche con la luna de pretal y las estrellas de apero.
      Alguno de ellos,  se "suben" al carro de mi memoria tirado por un percherón que transita por las huellas de esta pampa ocre viejo.




     Chino y Ras Pavioni, seguro que en ellos resonó el balido de la hacienda y la noria de los silos. Ana María Bascougnet, Maricel y Silvia González recordaran las "marcas" de cada guía que hacían los días 28. Regino Villa, en esa misma fecha, él con su caballo  por los corrales de la feria.
       Ninucho, Marita, Pochi Garcia deben tener presente cada terrón de azúcar, cada copa de Gancia. Si se encuentran con "Cachín" Aguiar o "Tota" Alves debe ser tema de conversación, que se sumará "Lilí" y "Toto" Alves con la mesa del mus y la Ginebra. Rubén Larrosa, Rubén Villegas también conocieron de copas y de fútbol junto a "Negro" Macuso.
        La gente de campo, con su merecida jubilación se retiró a la ciudad, pero no dejan de recordar que con la excusa de venir a hacer las compras pasaban por la mesa del truco de un bar o a adquirir el diario, "Coto" Andersen, José Perez Rubio... Margarita Larsen y su hermana, allá en su Dinamarca recordaran aquellos tiempos entre tarros lecheros.
      Katina Odriozola que vino en su "americana" por más de 30 años a dar clase, quiso revivir aquella época el Día del Centenario del pueblo paseando por sus calles con el pingo trotador. Blanca Márquez entre ollas y sartenes de la Escuela 26. Carlos Etcheverría cuenta a quién quiera escucharlo que su papá fue de los primeros alumnos de esta escuela, también hizo su primer grado Juan Peralta, su memoria prodigiosa narra historias de sus antepasados. Julio Cesar Pagnutti también hizo la primaria en esta escuela, sigue prendido a sus raíces, tanto, que su emprendimiento lleva el nombre de Napaleofú.
    Del Jardín de Infantes queda el bullicio de los chicos en los oídos de Lucía Duhalde y de Josefa Contreras, a ella se le suma las cartas de algún novio que llegaban a la Estafeta Postal y que una jóven esperaba ansiosa, o lo menos "esperado", como la factura de la Luz .
      Cuando abren el baúl de los recuerdos seguro que tienen anécdotas en común Jorge Jensen, José Luis González, Jorge Bara, "Pichi" Zárate, "Guillito" Manterola, Anibal Garcia, "Quico" Simonot, Darío Pagnutti...aunque haya diferencia de años.
      Nélida Moreyra y Olga Jensen deben tener presente la sala de Primeros Auxilios y su labor de enfermera. Lo mismo Rubén Rodriguez, farmacéutico, que abarcaba sugerencias de enfermero, médico, de todo un poco. Ester Mondinale que no olvida su pueblo y vuelve a ofrecer su servicio.

        Primante, allá en Centro América se debe acordar del hotel, igual que la familia Gregorini y Lalo Ayerdi, que  suma anécdotas del bar, seguro compartidas con su hermano Lirio a las que él tiene como camionero municipal, y María Teresa González que lleva la cuenta cuántos matrimonios realizó en el Registro Civil de las Personas.
         Marita Ordoñez y "Nena" Contino deben tener guardado en su memoria la harina que se amasaba cada día para la galleta de campo.
        Nelly Manterola, Marta Cotto de Aguiar deben como en un eco oir las tijeras y percibir el olor de las tinturas. 
          El sonido del teléfono que sonaba a cada instante por una comunicación lo deben recordar Rosita Mandallo, Mabel Fontán, "Loli" de Aguiar, María de Fontán, Mónica Bara. 
        Jóvenes de la localidad formaron su familia y marcharon hacia otros destinos como Elba Gutiérrez y sus hermanas, "Porotita" Fuster, "Chicha" Pérez, Graciela Rojo, Norma Erdociain, Blanca y Mirta Díaz, María Josefa Alves, Marta Sánchez.
           Por los caminos de tierra polvorientos o barrosos transitaron llevando cereal o hacienda, las mil anécdotas la comparten los camioneros Duhalde, Rubén Garcia, Amilcar Mendoza, Roberto Alía, Carlos Escudero, Cacho Fernández,  Roberto Hernández, "Ninucho" Garcia, "Tito" Marcolongo, Juan Fernández, Mandallo, "Mingo" Migueliz.
      Mujeres con un capital en años han recorrido las calles de Tandil, en las tardes de mate comentaban historias de aquellos años, Dolores Freyre, "Negra" Macuso, Isabel Alves, Sra. de Grigera, "Pepa" Gualde, "Pelusa" Lecouna, Carmen Requena, "Negra" Carral, Blanca Duhalde.
       Los chicos jóvenes también marchan a estudiar a distintas ciudades pero en el fín de semana vuelven, no dejan sus raíces, hay algo de pueblo que queda latente.
        Los docentes que también marcharon, pero no olvidan las tizas y pizarrones, vuelven a dejar sus conocimientos a los más jóvenes como Norma Rodriguez, Irene Medina, Alma Erdociain, Adriana y Marcelo González... 
           Tantos otros!! que mi carro de la memoria no tiene espacio, pero alguno al internarse en esta huellas ocre viejo los debe tener presente.
         En otro momento, transitará estas huellas otro carro tirado por la tropilla de los bayos de Héctor Garcia con los que descansan en alguna estrella y,  seguramente, ya más de uno de los que acabo de nombrar andan por ahí transitando.
             Dentro de un tiempo ataré los caballos a un carro semivacío de los que llegamos al "pago" y lo tomamos por adopción, por que Napaleofú nos abrió la tranquera y nos ofreció un palenque.    


        
        


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