Contando historias
En los pueblos "chicos" sobran las historias, esas anécdotas que pasan de boca en boca y de generación en generación, algún abuelo de buena memoria que con un mate en la mano suele relatar a los nietos cosas que vivió o le contaron, donde no quedan fotos ni documentos, y de tanto pasar de boca en boca se cambian las fechas, los datos o... se agregan.
Ernesto Guevara de la Serna, más conocido por "el Che" Guevara, un idealista que impulsó el "foco" guerrillero en varios países de América Latina. Una figura que despertó grandes pasiones en la opinión pública, tanto en favor como en contra, convertido en un símbolo de relevancia mundial, para muchos representa la lucha contra las injusticias sociales y para otros responsable de una mala gestión.
En la estancia "Miramur" de Moor de la Serna, cercana a Napaleofú, lo acogió su familia, cuando en los veranos solía venir a descansar y se acercaba a la localidad o a los almacenes de Ramos Generales de la Ruta N° 226.
Dejó huella en la memoria de la gente, allá por los años '60, el "gorra colorada", un muchacho jóven, de largos cabellos color castaño, cutis moreno y profundos ojos marrones. Su orígen se pierde en el pasado. Algunos le atribuyen una madre india, otros, oriundo de Balcarce, pero en esa época merodeaba las zonas rurales en busca de changas. Era hombre de a caballo, lo consideraban pendenciero, busca pleito, que provocaba a la Policía y la gente le tenía temor.
Frecuentemente visitaba El Cantábrico con su tradicional boina roja, rebenque y cuchillo a la cintura, para beber más de una copa. Son muchos los relatos de la gente alrededor de su figura, pasando por el Destacamento Policial desafiando a la Autoridad, o amenazando con prender fuego los surtidores del Cantábrico.
Cuando contaba con 22 años, en un confuso episodio en el almacén "El Centenario", de Acuña, este jóven provocó a un tambero, Aranda, quién cansado sacó un cuchillo y lo mató. Este fue el final de este personaje, que nadie lo socorrió, lo dejaron morir, solo Venancia de Acuña le tiró un poncho hasta que la Policía lo llevó.
El ex Presidente de la República Argentina, Hipólito Yrigoyen, viajaba periódicamente (1889-1890) a Tandil por la salud de su pareja Dominga Campos, en uno de esos viajes conoció a Luis Burgos, ambos se acercaban cada tarde a "El Ideal" ubicado en la tradicional esquina de Rodriguez y Pinto frente a la plaza principal de Tandil (El Ideal se fundó en 1880 como almacén, seguramente habría algunas mesas para tomar la copa). Burgos le ofrece a Yrigoyen pasar unos días en su estancia "San Luis", cerca de San Manuel, en un lugar tranquilo, para pensar, reflexionar sobre cuestiones personales y de Estado (participó ese año en la fallida revolución del régimen roquista). Ese lugar entre las sierras era "El Escondido", un puesto precario pero que servía para lo que necesitaba: paz, descanso y meditación. Yrigoyen pasaba por Napaleofú cuando la ruta y el acceso a San Manuel eran barrizales y dificil transitarlos.
(Yrigoyen devolvió atenciones sobre alojamiento, el 25 de marzo 1894, día de elecciones de Senadores y Diputados a la H. Legislatura siendo Burgos Presidente del partido Radical de Lobería se enfrentó a tiros con Gaspar Campos del partido mitrista, por presunto fraude y le dio muerte, entre los lugares que se ocultó fue en la casa de Yrigoyen. El juicio que duró tres años fue defendido por el Dr. Ayerza que llegaron a un acuerdo con la madre de Campos, que depositara $30.000 para la construcción de un Hospital que llevara el nombre de su hijo, Gaspar M. Campos. Dato extraído Historia del Partido de Lobería, Tomo II.)
El Presidente supo agradecer al señor Burgos, tal atención, regalándole una volanta verde oscura con un tapizado de terciopelo bordó y cortinas negras en las ventanillas de cristal biselado. Una carta de puño y letra del Presidente mandó junto a la volanta, que decía:
"Buenos Aires, 10 de Diciembre de 1916
Don Luis Burgos
Estancia San Luis
San Manuel
Mi muy apreciado amigo:
Ante todo, deseo fervientemente que al recibo de esta se encuentre bien de salud.
Comprenderá y sabrá disculpar la prolongada falta de noticias mías, pero estos asuntos de gobierno me demandan prácticamente todo el día, y recién hoy he podido dedicar este tiempo a escribirle.
Junto con la presente, recibirá usted una volanta que hice traer de Francia especialmente para usted.
No crea que he variado mi austera conducta, y sabe bien que no suelo ser dispensioso, pero por favor le ruego que acepte el obsequio de este vehículo, como retribución al más grande favor que me hiciera persona alguna.
En su estancia, y especialmente durante aquellos dos meses que pasé en el refugio que ustedes llaman "El Escondido", fue donde yo recibí el acicate decisivo para encarar la lucha final que terminó conmigo en la presidencia.
Usted tiene allí en sus tierras un lugar mágico, y supongo que no solamente habrá influido en mí, sino que seguramente lo hará en muchos otros hombres en el futuro.
Por lo tanto, querido amigo, le encargo especialmente que proteja ese lugar y reitero mi agradecimiento.
Espero verlo personalmente para estrecharlo en un abrazo. Cordialmente.
S. S. S.
Hipólito Yrigoyen"
(Extraído de "Despacito y por la orilla" de Jorge Spinelli.)
Otro hombre Radical como Yrigoyen, pasó por Napaleofú, cuando la Ruta N° 227 y el acceso a San Manuel no era asfaltado.
Lo hizo el ex Presidente Arturo Illia, a pocos días de ser derrocado (año 1966) se acercó a la casa de su correligionario y ex Intendente de Lobería, Antonio Ialea.
En este pueblo donde sobran las historias y faltan las fotos, como he dicho en la introducción de esta subpágina, por excepción sí hay una foto borrada por los años que da fe de ese almuerzo.
Ernesto Guevara de la Serna, más conocido por "el Che" Guevara, un idealista que impulsó el "foco" guerrillero en varios países de América Latina. Una figura que despertó grandes pasiones en la opinión pública, tanto en favor como en contra, convertido en un símbolo de relevancia mundial, para muchos representa la lucha contra las injusticias sociales y para otros responsable de una mala gestión.
En la estancia "Miramur" de Moor de la Serna, cercana a Napaleofú, lo acogió su familia, cuando en los veranos solía venir a descansar y se acercaba a la localidad o a los almacenes de Ramos Generales de la Ruta N° 226.
Dejó huella en la memoria de la gente, allá por los años '60, el "gorra colorada", un muchacho jóven, de largos cabellos color castaño, cutis moreno y profundos ojos marrones. Su orígen se pierde en el pasado. Algunos le atribuyen una madre india, otros, oriundo de Balcarce, pero en esa época merodeaba las zonas rurales en busca de changas. Era hombre de a caballo, lo consideraban pendenciero, busca pleito, que provocaba a la Policía y la gente le tenía temor.
Frecuentemente visitaba El Cantábrico con su tradicional boina roja, rebenque y cuchillo a la cintura, para beber más de una copa. Son muchos los relatos de la gente alrededor de su figura, pasando por el Destacamento Policial desafiando a la Autoridad, o amenazando con prender fuego los surtidores del Cantábrico.
Cuando contaba con 22 años, en un confuso episodio en el almacén "El Centenario", de Acuña, este jóven provocó a un tambero, Aranda, quién cansado sacó un cuchillo y lo mató. Este fue el final de este personaje, que nadie lo socorrió, lo dejaron morir, solo Venancia de Acuña le tiró un poncho hasta que la Policía lo llevó.
El ex Presidente de la República Argentina, Hipólito Yrigoyen, viajaba periódicamente (1889-1890) a Tandil por la salud de su pareja Dominga Campos, en uno de esos viajes conoció a Luis Burgos, ambos se acercaban cada tarde a "El Ideal" ubicado en la tradicional esquina de Rodriguez y Pinto frente a la plaza principal de Tandil (El Ideal se fundó en 1880 como almacén, seguramente habría algunas mesas para tomar la copa). Burgos le ofrece a Yrigoyen pasar unos días en su estancia "San Luis", cerca de San Manuel, en un lugar tranquilo, para pensar, reflexionar sobre cuestiones personales y de Estado (participó ese año en la fallida revolución del régimen roquista). Ese lugar entre las sierras era "El Escondido", un puesto precario pero que servía para lo que necesitaba: paz, descanso y meditación. Yrigoyen pasaba por Napaleofú cuando la ruta y el acceso a San Manuel eran barrizales y dificil transitarlos.
(Yrigoyen devolvió atenciones sobre alojamiento, el 25 de marzo 1894, día de elecciones de Senadores y Diputados a la H. Legislatura siendo Burgos Presidente del partido Radical de Lobería se enfrentó a tiros con Gaspar Campos del partido mitrista, por presunto fraude y le dio muerte, entre los lugares que se ocultó fue en la casa de Yrigoyen. El juicio que duró tres años fue defendido por el Dr. Ayerza que llegaron a un acuerdo con la madre de Campos, que depositara $30.000 para la construcción de un Hospital que llevara el nombre de su hijo, Gaspar M. Campos. Dato extraído Historia del Partido de Lobería, Tomo II.)
El Presidente supo agradecer al señor Burgos, tal atención, regalándole una volanta verde oscura con un tapizado de terciopelo bordó y cortinas negras en las ventanillas de cristal biselado. Una carta de puño y letra del Presidente mandó junto a la volanta, que decía:
"Buenos Aires, 10 de Diciembre de 1916
Don Luis Burgos
Estancia San Luis
San Manuel
Mi muy apreciado amigo:
Ante todo, deseo fervientemente que al recibo de esta se encuentre bien de salud.
Comprenderá y sabrá disculpar la prolongada falta de noticias mías, pero estos asuntos de gobierno me demandan prácticamente todo el día, y recién hoy he podido dedicar este tiempo a escribirle.
Junto con la presente, recibirá usted una volanta que hice traer de Francia especialmente para usted.
No crea que he variado mi austera conducta, y sabe bien que no suelo ser dispensioso, pero por favor le ruego que acepte el obsequio de este vehículo, como retribución al más grande favor que me hiciera persona alguna.
En su estancia, y especialmente durante aquellos dos meses que pasé en el refugio que ustedes llaman "El Escondido", fue donde yo recibí el acicate decisivo para encarar la lucha final que terminó conmigo en la presidencia.
Usted tiene allí en sus tierras un lugar mágico, y supongo que no solamente habrá influido en mí, sino que seguramente lo hará en muchos otros hombres en el futuro.
Por lo tanto, querido amigo, le encargo especialmente que proteja ese lugar y reitero mi agradecimiento.
Espero verlo personalmente para estrecharlo en un abrazo. Cordialmente.
S. S. S.
Hipólito Yrigoyen"
(Extraído de "Despacito y por la orilla" de Jorge Spinelli.)
Otro hombre Radical como Yrigoyen, pasó por Napaleofú, cuando la Ruta N° 227 y el acceso a San Manuel no era asfaltado.
Lo hizo el ex Presidente Arturo Illia, a pocos días de ser derrocado (año 1966) se acercó a la casa de su correligionario y ex Intendente de Lobería, Antonio Ialea.
En este pueblo donde sobran las historias y faltan las fotos, como he dicho en la introducción de esta subpágina, por excepción sí hay una foto borrada por los años que da fe de ese almuerzo.
Foto extraido del muro de Facebook de Diana Ialea
Comparto otra foto del Ex Presidente con el vecino de Napaleofú, Ernesto "Tata" Schang.
Foto extraída del muro de "Goyo" Schang
Coria, un criollo correntino que trabajaba en estancia Napaleofú, amante del vino o de cualquier bebida con alcohol que solía consumir en el boliche del Puente Suarez. Un día llegó "Blandito", un matón del "pago", tomador y pendenciero. Se acercó al mostrador y le pidió de mala manera al bolichero una caña. Coria, que conversaba con algunos parroquianos se acercó al mostrador y el gaucho le ofrece de tomar, hubo un intercambio de palabras y "Blandito" intentó sacar el revolver, pero Coria con mejores reflejos sacó su rebenque y con la izquierda le sacó el arma y con la derecha, le asestó con su cuchillo una puñalada acabando con su vida. Estuvo unos años preso y volvió a Napaleofú, su adicción a la bebida hizo que hubiera otras actuaciones donde debía intervenir la Policía. (Datos extraídos de "Mis Memorias" de Mario Cuevas.)
Cerca de las 15 hs. del 28 de diciembre de 2022 una camioneta aparcó en la Estación de Servicio YPF de Napaleofú para cargar combustible, el chofer de la misma bajó el vidrio polarizado y con una sonrisa le dijo al playero: "Hola. ¿Te sorprendiste, no?", era nada menos que el arquero de la selección argentina de fútbol, Emiliano "Dibu" Martínez. Los playeros Marcelo Torres y Johnny García le solicitaron sacar una foto a la cual accedió gentilmente.
"Dibu" Martínez galardonado como el arquero del mundial en el que participó junto a la "Scaloneta" y el 18 de diciembre 2022 obtuvo Argentina su tercer título mundial.
César Jaroslavsky, Diputado Radical de carácter frontal, el hombre de confianza del ex Presidente Raúl Alfonsín, transitaba, según dicen, las calles de Napaleofú en busca de familiares que vivían en la localidad. Alguna anciana, años atrás, aseguraba que "Chacho" Jaroslavsky circulando por estas arterias había parado su vehículo para preguntarle por la casa de esa familia que él venía a visitar.
Queda en la historia, para que alguién nos asegure si el dirigente político conoció nuestro pueblo.
Un personaje muy particular recorría las vías del Ferrocarril desde la década del '50 al '70, Nemesio Méndez, pero todos lo conocían como "El Loco de las Latas", algunos le decían Pelaez.
Era un inmigrante español que había llegado a Argentina con su familia que era de una sólida posición económica, Méndez estudió económicas en la Facultad de Mar del Plata, luego enfermó de demencia y decidió recorrer la vía. Dicen que a esta zona llegó desde Fulton hacia el campo La Aventura, Dos Naciones, luego al almacén La Alianza y se afincó en San Manuel. Construyó con palos y ramas su vivienda, la recubrió con cueros de animales, latas de todo tipo, botellas y cacharros a la vera de la vía, a ésta la recorría y alguna vez llegó a Napaleofú. Vestía un pantalón cortado en tiras, llevaba una frazada que lo envolvía hasta los tobillos y colgando del cuello el infaltable collar de latas, con el tiempo adoptó el uso de una cacerola en la cabeza. El andar por el pueblo se volvió rutinario, todas las mañanas se paraba frente a la panadería esperando que le dieran el pan y luego en la carnicería, cerca del mediodía pasaba por el bar de Oscar Castell, le convidaban con cigarrillos, yerba y alguna copa de caña. Solían los chicos hacerle preguntas pero era dificil entender por su incoherencia y porque llevaba la boca cargada de tuercas, tornillos y piedritas, generalmente las preguntas eran sobre matemáticas, resolvía multiplicaciones por dos o tres cifras casi en el acto.
Muchas veces su familia vino a buscarlo para llevarlo a un lugar donde pudiera ser atendido, pero ante el menor descuido volvía a la vía.
En 1977 a los vecinos les llamó la atención no verlo caminar por el pueblo, fueron a su choza y lo encontraron enfermo, lo llevaron a la Sala de Primeros Auxilios y lo derivaron al Hospital Gaspar Campos de Lobería donde falleció y descansa en el cementerio de San Manuel.
Un personaje querido en el pueblo y muy particular su forma de vida, esto llevó a Matías Javier Beltrán, alumno de la Escuela Secundaria N°1 de Napaleofú a participar en 2009 del concurso "Rincón Gaucho" organizado por el Diario "La Nación" obteniendo el Segundo Premio. (Datos extraídos de lanacion.com.ar)
Nicolás Garcia Uriburo, un pintor de paisajes semiabstractos de carácter informalista que luego se aproximó a la estética pop, que fue reconocido y alcanzó fama internacional cuando en el '68 tiñó los canales de Venecia y en el '81 coloreó al Rin o cuando en el 2012 le pusó color verde a las aguas del Riachuelo, "una utopía del Bicentenario, 200 años de contaminación", como lo dijo él. Para los sanmanuelenses eso no importaba mucho, porque lo veían los veranos transitar como un lugareño más por sus calles aún de tierra y polvorientas. Allá por los '70, un muchachito jóven con su pelo negro y enrulado venía a descansar al campo de sus padres que estaba entre Napaleofú y San Manuel. En sus horas de descanso trataba de programar nuevas obras y planear como plantaría los cincuenta mil árboles por las calles de Buenos Aires.
Por la década del '50 había un joven descendiente de italianos radicado en Balcarce, amante de los "fierros" y con un pequeño taller mecánico, al que apodaban "el Chueco". Solía visitar en forma periódica a Napaleofú, puntualmente el almacén "La Favorita", cuyo dueño, su gran amigo, estuvo a punto de dejar, en forma temporaria, su negocio y su familia para viajar con él a Europa y acompañarlo cuando competía. La amistad se inició por medio de José Duffard, socio de Fangio en su primer taller, donde el vecino de Napaleofú, amigo de Duffard, llevaba a arreglar su Ford A.
Era aquel joven, el luego llamado "quíntuple Campeón del Mundo", Juan Manuel Fangio.
Cuentan los lugareños, que hace aproximadamente cuatro décadas atrás, cuando iban a la "carretera" (cruce Ruta N° 226-227) para dirigirse a Mar del Plata y hacían "dedo", solía estacionar en la banquina un moderno auto para llevarlos, una vez introducido en él se trasladaba el asombro a su rostro cuando conocían a quién les hacía el favor: Juan Manuel Fangio.
Allá por 1890 había un fotógrafo amateur, Dr. Francisco Ayerza, que fue uno de los fundadores de la "Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados", éste decidió salir a sacar fotos para editar una edición de lujo del "Martín Fierro" de José Hernández. Las imágenes, se realizaron en la Estancia "San Juan" de Leonardo Pereyra Iraola, otro socio fundador de esa entidad, para su composición Ayerza contó con la colaboración de los peones de ese campo. Acá sí, se conserva una foto.
(Extraído foto y dato del Museo Nacional de Bellas Artes)
Recordando historias, hechos que pasaron, no hace tantos años, veíamos a la señora Hortensia Gómez de Abad junto a su compañero, eran del paraje "El 43" (donde tuvieron un almacén, antigua pulpería con rejas en el mostrador) venían a la localidad de Napaleofú a hacer "las compras" en su auto antiguo, "Ford Falcon '60", donde el Sr. manejaba y ella, a su lado, pasaba los cambios, quizá, uno sabía hacer, lo que el otro, no. Algunos dicen que era por un problema de salud, en sus manos, la señora Abad no podía con el volante.
Llamaba la atención a los lugareños esa forma de manejar.
En el año 2001 se filmó en el almacén "La Alianza", cercano a Napaleofú, el final de la película "Kamchatka". Protagonizada por Ricardo Darín, Cecilia Roth, Héctor Alterio y gran elenco, fue seleccionada para representar a Argentina en los Premios Oscar 2002.
Los vecinos de Napaleofú y la zona se acercaban hasta "La Alianza" para ver los actores y sobre todo los entretelones de una filmación.
En 1989 Napaleofú sufrió un caso de "gatillo fácil".
Santos Coronel, un joven correntino, pendenciero y adicto al alcohol, vivía en "la ranchada" (campo del Sr. Varela) había tenido más de un enfrentamiento verbal con el efectivo policial Garcia. Éste, agazapado entre las retamas en las inmediaciones de Av. Tuun y Ranguiche le disparó sin mediar palabra. Un caso de gatillo fácil, uno más de los tantos en la Fuerza, donde nadie reclama y quedó sin justicia.
Carlos Cachón, un héroe de Malvinas que nació en San Manuel el 5 de agosto de 1952, hijo de Pedro Eduardo Cachón y María Josefa Etcheverry (ejerció la docencia en Est. Fulton y en la Escuela N°38 de La Alianza).
Carlos después de cursar parte de su educación primaria y secundaria en Nuestra Señora de Fátima de San Manuel se trasladó en 1968 a Mar del Plata e ingresó en la Escuela de Aviación Militar de Córdoba egresando como Alferez en el año '74. Pasó por las Bases de El Plumerillo y Villa Reynolds.
En 1982 el deber lo llevó a Malvinas, el 8 de junio en horas de la mañana se formaron dos escuadrillas argentinas para impedir el desembarco en Fitz Roy/Bahía Agradable de más de seiscientos hombres de las fuerzas inglesas, las flotillas argentinas se mantuvieron en vuelo rasante para impedir la detección de radares, el blanco eran los buques de asalto Sir Tristam y Sir Galahad apoyados por la fragata Plymouth. Los cinco Cazabombarderos Mc. Donnell Douglas A-4B Skyhawk (bajo el mando de Cachón el C222 apodado "El Tordillo") de la V Brigada Aérea atravesaron la zona de nubes y los escuadrones de la Fuerza Aérea Argentina atacaron a los buques ingleses, Sir Galahad que llevaba a bordo tropas de la Guardia Galesa, custodios de la Reina, fue alcanzado por tres bombas de 250 Kg. cada una lanzadas por el primer teniente Cachón con sus 30 años. Sir Galahad y Sir Tristam quedaron fuera de combate y con graves daños la fragata Plymouth.
Ese día la flota británica sufrió la mayor cantidad de bajas en una sola batalla desde la Segunda Guerra Mundial.
Después de su heroica participación en la gesta de Malvinas, Cachón pasó a la Base Aérea Tandil donde voló un M5 Dagger hasta mediados de 1986, año en que se retiró de la Fuerza como Capitán.
Carlos Cachón, en su niñez un vecino de Napaleofú, en su adultez un héroe de Malvinas.
Carlos Cachón, Padre JulioMelucci, comunión
En esta subpágina, "Contando historias", yo quiero contar una anécdota personal, hace poco tiempo, 2 de abril 2019, recibí un email desde Holanda, del Sr. Huub Vossen, el cual me emocionó, porque el pequeño pueblo de Napaleofú es recordado después de tantos años y, que humildemente, esta página ha servido para reencontrarse con su pasado.
En el email me cuenta que después de algunas búsquedas encontró en Internet a esta página web y que es un holandés de 83 años, en el año 1944/45 venía de vacaciones, desde Bs. As. a la Estancia "El Choiqué" de la flía. Mulville y se alojaba en la casa del Mayordomo, Sr. Nauta.
Transcribo textual a un párrafo:
"...Esas visitas me han impresionado profundamente. Fue la primera vez que conocí las tierras de cultivo, en este caso, con las pampas argentinas y de la vida de las personas allí.
De hecho, no recuerdo mucho de mi estadía allí, pero sí recuerdo que varias veces monté a caballo o con la camioneta del Sr. Nauta exploré los alrededores de Napaleofú. Eso me ha dejado una profunda impresión emocional. ¡Todavía siento eso!..."
Si Internet ha servido para esto, me siento más que satisfecha el hacer esta página y quienes ingresan diariamente a recorrerla es doble mi satisfacción y agradezco permanentemente. Día a día sigo incorporando fotos y datos.
Los aleros y cuevas de las formaciones geológicas de las sierras de Tandilia fueron amparo de distintas ocupaciones humanas durante milenios, pero hay refugios que a lo largo de la historia tuvieron residentes a bandidos rurales "tristemente célebres", eran reconocidos como: "la cueva de los Barrientos","la cueva del turco Mustafá" y "la cueva del 'Tigre' de Quequén" .
Si bien esas cuevas no están en Napaleofú, pero algunas a pocos kilómetros y otras no tan cercanas pero corresponden a la zona y quienes en ella se refugiaron anduvieron muy cerca de esta localidad y sus andanzas están en la memoria de los lugareños.
Como toda historia real que pasa de generación en generación a través de los relatos, a lo verídico se le suman generalmente detalles que terminan por convertir la historia en leyenda.
"La cueva de los Barrientos": Julio y Pedro Barrientos vivían en la zona de Lobería y Tres Arroyos, según dicen, eran protagonistas de peleas en las pulperías y autores de varios asaltos a los carruajes.
Julio, alrededor de 1870, con 20 años se enamoró de la dueña de la estancia "La Presea", Tres Arroyos, y de Rosa, la mujer del capataz de un campo vecino, éste lo retó a duelo pero don Ángel perdió la vida, si bien Julio fue detenido se escapó mientras lo trasladaban, a partir de ahí comenzó la vida de "gaucho matrero" junto a su hermano. Llegaron hasta San Manuel y en la "Sierra de Ramirez", como se denominaba en ese momento (ahora se la conoce como la Sierra de los Barrientos) se refugiaron hasta que la policía los descubrió.
Después de una racha de asaltos llegaron a preocupar a las autoridades de la provincia, hasta el punto que el Ministerio de Gobierno informaba del asunto en la memoria anual de 1881-82 presentada a la Legislatura, mencionando que los Barrientos era encubiertos por muchos pobladores.
Luego de escabullirse en varias oportunidades fueron alcanzados por una partida en Tres Arroyos, bajo el mando del Sargento Miranda Pedro encontró la muerte, Julio fue detenido y al salir de la cárcel se radicó en Santa Rosa, La Pampa, bajo el nombre de Cirilo Reyes, formó familia y trabajó de jornalero y en una pelea acabaron con su vida, según acta de defunción fue el 3 de junio 1893. Para el Estado era un criminal y para parte de la sociedad un héroe romántico. (Datos extraídos de infobrisas.com, diario el tiempo.com y "Cantar de bandoleros en Argentina" de Hugo Chumbita))
En el campo "San Eduardo" se encuentra la "Sierra de los Barrientos". En la cueva llamada "La Cocina" fue el albergue de estos hermanos, está constituida por bloques, desde el exterior tiene dos bocas que comunican con una cámara que es donde se alojaban.
Ésta fue una explotación minera que consiste en un conjunto de galerías subterráneas realizado en un estrato arcillosos intercalado en las cuarcitas que componen el cerro. Eran explotadas para la fabricación de vajilla de la empresa "Rigolleau". (Datos extraídos de gea.org.ar)
Sobre la correrías los hermanos Barrientos han pasado por la pluma de escritores. Eduardo Gutierrez escribió el libro "Los hermanos Barrientos". León Gieco les cantó en 2001 a los "Bandidos Rurales" y entre los tantos que nombra se refiere a los de esta zona:
"...Martina Chapanai, bandolera de San Juan,
Juan Cuello, Juan Moreira, Gato Moro y Brunel,
El Tigre del Quequén, Guayama y San Frías,
Barrientos y Velázquez, Calambria y Cubillas.
...Todos fuera de la Ley, todos fuera de la Ley.
Bandidos rurales, difícil de atraparles.
Jinetes rebeldes por vientos salvajes..."
"La cueva del Tigre": Felipe Pascual Pacheco, (a) El Tigre del Quequén, este apodo se lo ganó por su astucia, fiereza y sorprendente habilidad para evadir a la policía. Nació en 1828 en el barrio porteño de Palermo y fue abandonado por sus padres siendo niño y posteriormente adoptado por Gregoria Rosa. Ya de muy joven hirió de gravedad a un conocido matón y debió huir tierras adentro. En 1860 trabajó en la estancia "El Moro", Lobería, de Guerrico (arrendada en 1853 por Miguel Martínez de Hoz con Leonardo Pereyra). El 4 de septiembre de 1866 por su instinto violento terminó con la vida sobre el arroyo Malacara de otro criollo, el capataz de El Moro Jorge Rodríguez. Dicen que fue capturado y cuando lo traslaban a Dolores logró escapar. Debió nuevamente alejarse porque era buscado por la policía abandonando a su familia. Dicen, que en 1871 una turba instigada por "Tata Dios" en Tandil que asesinaron a varias familias culparon a Pacheco sin razón de ser autor de algunos de esos crímenes.
Trabajó como tropero en el campo de Benjamín Zubiaurre. Encontró un escondite perfecto a orillas del Río Quequén Salado, se trata de un paraje que hoy conocemos como "Cueva del Tigre", a 11 km. de Oriente. Pasaba por la orilla un camino natural utilizado por los carreros y cuenta la leyenda que eran asaltados por Pacheco.
Permaneció prófugo y en 1875 el Comisario Luis Aldaz (El gorra colorada) de Necochea lo capturó cuando salía de la cueva. Fue encarcelado primero en Dolores y luego en la Penitenciaría de Bs. As. Salió en libertad en 1880 vivió un tiempo en Tres Arroyos, luego fue a La Pampa, se estableció en Quehué y fue postillón de una galera. El censo de 1895 lo registró en Toay que convivía con Anacleta Viera de 34 años y siete hijos. Falleció el 30 de noviembre de 1898.
La cueva del Tigre es una pequeña cavidad en caliza a orillas del río Quequén Salado (ó Mulpunleufú) en su curso inferior. (Dato extraído de gea.org.ar).
La Revista Caras y Caretas le hizo una nota en sus últimos años rodeado de su familia.
Eduardo Gutierrez publicaba todas las semanas en el períodico "La Patria Argentina" y entrevistó a Pacheco en la celda 142 de la Penitenciaría y luego editó el libro "El Tigre del Quequén".
(Datos extraídos de rioquequénsalado.com, lanueva.com e infocielo.com)
Felipe Pascual Pacheco
La cueva del turco Mustafá: José Mustafá tenía varios apodos: Neura Mustafá, Alí Mustafá, "El tejedor", entre las particularidades que rodeaban la fama del bandido era tejer medias con agujas de acero.
Se cree que en Bahía Blanca comenzó su actividad delictiva y se lo conoció por un importante hecho en 1920 por haber robado alhajas en una joyería de Tres Arroyos por un valor de 30.000 pesos. Fue apresado por este robo, condenado y trasladado al presidio de Sierra Chica, Olavarría, fugándose del tren que lo llevaba a Dolores para luego refugiarse en las sierras balcarceñas donde sus fechorías cobraron notoriedad, temor y hasta algo de admiración, era conocido como "amo y señor de las serranías". Fue detenido en 1923 tras treinta meses de permanencia en la Sierra Larga.
En abril de 1937 atentó contra una anciana en Ramos Otero, ante este hecho el Comisario Enrique Kelly movilizó su fuerza y dio con Mustafá que se guarecía en una casa del Cuartel IX. Una comisión policial al mando del Oficial Inspector Carlos Gómez fue al lugar indicado dando la orden de detención a lo que el bandido respondió a los tiros. Ese día, 2 de abril 1937 Mustafá perdió la vida ante las balas policiales.
Se conservan ejemplares del diario "La Opinión" de Balcarce dando la noticia en primera plana de la muerte del bandido que durante años asoló a la comarca.
Algunos pobladores rurales aún sostienen la creencia que las cuevas fueron los lugares donde pudo enterrar las joyas robadas.
El valle formado por el arroyo San Pedro tiene una longitud de ocho km. Su naciente se ubica en el interior del macizo de la sierra La Vigilancia y está formado por pendientes suaves con presencia de cuevas y aleros. Donde se refugiaba Mustafá se localiza en un extremo de una pequeña quebrada tributaria que se origina sobre 700 mts. sobre la cima serrana, la ventajosa ubicación le otorgó las condiciones estratégicas porque se podía controlar visualmente.
En las proximidades donde el bandido fue detenido hoy es denominado sitio arqueológico "Cueva Tixi".
Si bien esas cuevas no están en Napaleofú, pero algunas a pocos kilómetros y otras no tan cercanas pero corresponden a la zona y quienes en ella se refugiaron anduvieron muy cerca de esta localidad y sus andanzas están en la memoria de los lugareños.
Como toda historia real que pasa de generación en generación a través de los relatos, a lo verídico se le suman generalmente detalles que terminan por convertir la historia en leyenda.
"La cueva de los Barrientos": Julio y Pedro Barrientos vivían en la zona de Lobería y Tres Arroyos, según dicen, eran protagonistas de peleas en las pulperías y autores de varios asaltos a los carruajes.
Julio, alrededor de 1870, con 20 años se enamoró de la dueña de la estancia "La Presea", Tres Arroyos, y de Rosa, la mujer del capataz de un campo vecino, éste lo retó a duelo pero don Ángel perdió la vida, si bien Julio fue detenido se escapó mientras lo trasladaban, a partir de ahí comenzó la vida de "gaucho matrero" junto a su hermano. Llegaron hasta San Manuel y en la "Sierra de Ramirez", como se denominaba en ese momento (ahora se la conoce como la Sierra de los Barrientos) se refugiaron hasta que la policía los descubrió.
Después de una racha de asaltos llegaron a preocupar a las autoridades de la provincia, hasta el punto que el Ministerio de Gobierno informaba del asunto en la memoria anual de 1881-82 presentada a la Legislatura, mencionando que los Barrientos era encubiertos por muchos pobladores.
Luego de escabullirse en varias oportunidades fueron alcanzados por una partida en Tres Arroyos, bajo el mando del Sargento Miranda Pedro encontró la muerte, Julio fue detenido y al salir de la cárcel se radicó en Santa Rosa, La Pampa, bajo el nombre de Cirilo Reyes, formó familia y trabajó de jornalero y en una pelea acabaron con su vida, según acta de defunción fue el 3 de junio 1893. Para el Estado era un criminal y para parte de la sociedad un héroe romántico. (Datos extraídos de infobrisas.com, diario el tiempo.com y "Cantar de bandoleros en Argentina" de Hugo Chumbita))
En el campo "San Eduardo" se encuentra la "Sierra de los Barrientos". En la cueva llamada "La Cocina" fue el albergue de estos hermanos, está constituida por bloques, desde el exterior tiene dos bocas que comunican con una cámara que es donde se alojaban.
Ésta fue una explotación minera que consiste en un conjunto de galerías subterráneas realizado en un estrato arcillosos intercalado en las cuarcitas que componen el cerro. Eran explotadas para la fabricación de vajilla de la empresa "Rigolleau". (Datos extraídos de gea.org.ar)
Sobre la correrías los hermanos Barrientos han pasado por la pluma de escritores. Eduardo Gutierrez escribió el libro "Los hermanos Barrientos". León Gieco les cantó en 2001 a los "Bandidos Rurales" y entre los tantos que nombra se refiere a los de esta zona:
"...Martina Chapanai, bandolera de San Juan,
Juan Cuello, Juan Moreira, Gato Moro y Brunel,
El Tigre del Quequén, Guayama y San Frías,
Barrientos y Velázquez, Calambria y Cubillas.
...Todos fuera de la Ley, todos fuera de la Ley.
Bandidos rurales, difícil de atraparles.
Jinetes rebeldes por vientos salvajes..."
"La cueva del Tigre": Felipe Pascual Pacheco, (a) El Tigre del Quequén, este apodo se lo ganó por su astucia, fiereza y sorprendente habilidad para evadir a la policía. Nació en 1828 en el barrio porteño de Palermo y fue abandonado por sus padres siendo niño y posteriormente adoptado por Gregoria Rosa. Ya de muy joven hirió de gravedad a un conocido matón y debió huir tierras adentro. En 1860 trabajó en la estancia "El Moro", Lobería, de Guerrico (arrendada en 1853 por Miguel Martínez de Hoz con Leonardo Pereyra). El 4 de septiembre de 1866 por su instinto violento terminó con la vida sobre el arroyo Malacara de otro criollo, el capataz de El Moro Jorge Rodríguez. Dicen que fue capturado y cuando lo traslaban a Dolores logró escapar. Debió nuevamente alejarse porque era buscado por la policía abandonando a su familia. Dicen, que en 1871 una turba instigada por "Tata Dios" en Tandil que asesinaron a varias familias culparon a Pacheco sin razón de ser autor de algunos de esos crímenes.
Trabajó como tropero en el campo de Benjamín Zubiaurre. Encontró un escondite perfecto a orillas del Río Quequén Salado, se trata de un paraje que hoy conocemos como "Cueva del Tigre", a 11 km. de Oriente. Pasaba por la orilla un camino natural utilizado por los carreros y cuenta la leyenda que eran asaltados por Pacheco.
Permaneció prófugo y en 1875 el Comisario Luis Aldaz (El gorra colorada) de Necochea lo capturó cuando salía de la cueva. Fue encarcelado primero en Dolores y luego en la Penitenciaría de Bs. As. Salió en libertad en 1880 vivió un tiempo en Tres Arroyos, luego fue a La Pampa, se estableció en Quehué y fue postillón de una galera. El censo de 1895 lo registró en Toay que convivía con Anacleta Viera de 34 años y siete hijos. Falleció el 30 de noviembre de 1898.
La cueva del Tigre es una pequeña cavidad en caliza a orillas del río Quequén Salado (ó Mulpunleufú) en su curso inferior. (Dato extraído de gea.org.ar).
La Revista Caras y Caretas le hizo una nota en sus últimos años rodeado de su familia.
Eduardo Gutierrez publicaba todas las semanas en el períodico "La Patria Argentina" y entrevistó a Pacheco en la celda 142 de la Penitenciaría y luego editó el libro "El Tigre del Quequén".
(Datos extraídos de rioquequénsalado.com, lanueva.com e infocielo.com)
Felipe Pascual Pacheco
La cueva del turco Mustafá: José Mustafá tenía varios apodos: Neura Mustafá, Alí Mustafá, "El tejedor", entre las particularidades que rodeaban la fama del bandido era tejer medias con agujas de acero.
Se cree que en Bahía Blanca comenzó su actividad delictiva y se lo conoció por un importante hecho en 1920 por haber robado alhajas en una joyería de Tres Arroyos por un valor de 30.000 pesos. Fue apresado por este robo, condenado y trasladado al presidio de Sierra Chica, Olavarría, fugándose del tren que lo llevaba a Dolores para luego refugiarse en las sierras balcarceñas donde sus fechorías cobraron notoriedad, temor y hasta algo de admiración, era conocido como "amo y señor de las serranías". Fue detenido en 1923 tras treinta meses de permanencia en la Sierra Larga.
En abril de 1937 atentó contra una anciana en Ramos Otero, ante este hecho el Comisario Enrique Kelly movilizó su fuerza y dio con Mustafá que se guarecía en una casa del Cuartel IX. Una comisión policial al mando del Oficial Inspector Carlos Gómez fue al lugar indicado dando la orden de detención a lo que el bandido respondió a los tiros. Ese día, 2 de abril 1937 Mustafá perdió la vida ante las balas policiales.
Se conservan ejemplares del diario "La Opinión" de Balcarce dando la noticia en primera plana de la muerte del bandido que durante años asoló a la comarca.
Algunos pobladores rurales aún sostienen la creencia que las cuevas fueron los lugares donde pudo enterrar las joyas robadas.
El valle formado por el arroyo San Pedro tiene una longitud de ocho km. Su naciente se ubica en el interior del macizo de la sierra La Vigilancia y está formado por pendientes suaves con presencia de cuevas y aleros. Donde se refugiaba Mustafá se localiza en un extremo de una pequeña quebrada tributaria que se origina sobre 700 mts. sobre la cima serrana, la ventajosa ubicación le otorgó las condiciones estratégicas porque se podía controlar visualmente.
En las proximidades donde el bandido fue detenido hoy es denominado sitio arqueológico "Cueva Tixi".